Un hombre británico fue mordido por una serpiente potencialmente letal mientras hacía trabajos de caridad en la India. Tras el accidente, el extranjero quedó ciego y parcialmente paralizado.
Ian Jones fue mordido por una cobra en un pueblo cerca de Jodhpur, Rayastán, detalló BBC. Su familia compartió con el medio que el británico estaba «muy asustado» por su condición, aunque esperaban que la ceguera y la parálisis de sus piernas fueran secuelas temporales.
«Cuando nos enteramos de que también había sufrido lo que suele ser una mordedura de serpiente fatal además de todo lo que había pasado, honestamente no podíamos creerlo», dijo su hijo Sebastian, al medio.
En la India, Jones dirige una empresa social respaldada por una organización benéfica, cuyo objetivo es ayudar a los artesanos locales a salir de la pobreza a través del comercio. En su estancia en el país, el británico ya ha padecido malaria, dengue y, más recientemente, COVID-19.
«Su perro adoptado, Rocky, comenzó a ladrar y cuando extendió la mano para calmarlo, la cobra, alertada por su repentino movimiento, lo mordió dos veces», detalló Claire Robertson, representante de Community Action Isle of Wight, la organización británica que respalda la empresa benéfica en la que trabaja Jones.
De acuerdo con la familia de Jones, el hombre pasó casi dos semanas en cuidados intensivos, pero ha dejado el hospital debido a la gran cantidad de pacientes con COVID-19.
Pese a que la organización para la que trabaja ha recaudado más de 12.000 libras —casi 16.000 dólares— para cubrir los costos y el transporte de Jones a la casa, el hombre manifestó que desea quedarse en la India. Sebastian dijo a BBC que su padre «se mantuvo firme en su determinación de permanecer en el país y continuar su trabajo para ayudar a las personas que necesitaban su apoyo».
Pocos días después de que la PlayStation 5 fuera lanzada al mercado, miles de usuarios de varios países no dudaron en comprarla, pero aquellos que lo hicieron por Amazon en el Reino Unido se llevaron sorpresas nada gratas.
«Así abrí mi PlayStation 5 que pedí a Amazon UK y ¡encontré esto! ¡Alguien lo ha sustituido por arroz! ¡Ojalá estuviera bromeando!», escribió un internauta.
Durante días, varios clientes de Amazon en el Reino Unido han alzado su voz en las redes sociales etiquetando a la compañía y adjuntando vídeos y fotos para mostrar indignados lo que les había llegado a sus manos luego de haber hecho el pedido de la tan esperada consola.
«Me encanta haber estado esperando todo el día por mi entrega de PS5 solo para que esto aparezca a las 10 p. m., ¿es una broma?», escribió otra internauta a tiempo de etiquetar a Amazon, PlayStation y Ask PlayStation del Reino Unido y adjuntar la foto de la comida de gato que le había llegado en su pedido.
«Bueno, Amazon, parece que alguien ha robado mi PS5. Caja exterior correcta, artículo equivocado. ¿Dónde puedo conseguir ayuda?», escribió otro usuario.
«Feliz día PS5 para todos. Intentamos documentar la presentación de la nuestra, pero Amazon nos engañó con una freidora de aire no solicitada (después de dar la contraseña de entrega). ¿Alguien más tuvo este problema hoy?», escribía hace unos días otra cliente de Amazon.
«Gracias Amazon por enviarme esto en lugar de la PS5 que pedí. Y luego me dice que lo siente, ‘no podemos enviarle el artículo que realmente pidió porque se nos acabó. Así que vas a tener que esperar más de 10 días para un reembolso’. Un absoluto desastre», escribió otra internauta a tiempo de mostrar las latas de comida para perro que le había llegado en su pedido. Tras el descontento masivo de los clientes, Amazon mediante su cuenta oficial de atención al cliente en Twitter respondió algunas de las varias quejas ofreciendo disculpas y enviando un enlace para devolver el producto equivocado.
«¡Hola! Sentimos mucho que hayas recibido el artículo equivocado. Puede ver las opciones de devolución o reembolso que pueden estar disponibles para usted aquí», escribió.
Una joven española denuncia que sus compañeras de piso la quieren echar por haber dado positivo por coronavirus. La afectada, estudiante de Enfermería, ha colgado en redes sociales la conversación que mantuvieron. Esta se ha vuelto viral.
Elena Cañizares se ha convertido en el nombre más repetido en redes sociales en las últimas horas. La historia que cuenta en un hilo de Twitter se ha vuelto viral. Un relato en el que denuncia cómo sus compañeras de piso la quieren echar después de haber contraído el coronavirus. Ver para creer.
Elena es estudiante de Enfermería. Durante las prácticas, la joven se contagió. El positivo le ha pillado en el inmueble que comparte con sus tres compañeras de piso, sus únicos contactos en 15 días, además de su novio. Al conocer la noticia, decide hacer una videollamada para informarles de la situación, ya que ellas habían ido a pasar el fin de semana a sus respectivas localidades de origen. Para sorpresa de Elena, sus compañeras le dicen que tiene que irse a casa de sus padres. La futura enfermera se niega, ya que sus progenitores tienen más de 60 años y problemas de salud. Además, la rastreadora que le ha llamado dice que no puede moverse de su actual residencia.
Esto da paso a una conversación llena de reproches y falta de empatía. Elena les insiste que no puede ir a su hogar. Incluso, se compromete a no salir de su habitación. Es más, se ofrece a desinfectarlo todo y usar doble mascarilla. Sus compañeras solo tendrían que calentarle los tuppers y dejárselos a la puerta del cuarto. Sin embargo, la respuesta es la misma: tiene que salir del piso. «Sí te puedes desplazar. Conozco a 80.000 personas que se han contagiado y se han desplazado, así que no te escudes en eso. Estás siendo egoísta y sólo estás mirando por los tuyos, no estás mirando en que hay otras tres personas, que ese piso es igual tuyo que suyo y que porque tú te quedas allí no vamos a poder ir las demás», le espeta una de sus compañeras.
Estas insisten en que tiene que irse. «Elena tienes coche. Te coges tu coche y te vas. Coges tus cosas, tu coche y te vas a tu casa y no propagas nada. Propagas lo mismo que si te quedas en el piso e infectas todo el piso. Exactamente lo mismo», argumenta otra de ellas, que le recrimina que no piense en sus compañeras. Según su parecer, en casa de sus padres, estaría mejor, ya que no tendría que hacer nada, ni salir de su habitación. Algo que en el piso que comparten parece ser que no sucedería, al negarse sus compañeras a calentarle los tuppers. «También conozco a mucha gente que están aislados en sus casas y que lo están haciendo, y no les están echando por ser positivo. Y estáis hablando todas sin saber todavía si sois positivo o no», responde Elena.
La discusión continúa y ellas siguen llamando egoísta a la joven. «Elena no es eso. Yo no tengo la necesidad de estar en un piso conviviendo con un Covid, que para eso tienes tu casa. Porque tú no tienes que afectar a otras familias teniendo tu casa. Porque si tú no tuvieras dónde irte yo soy la primera que te digo que te quedes en el piso, pero es que tú tienes tu casa, como la tenemos todas», expone una de sus compañeras. «Se está encerrando en algo que no tiene sentido» es la opinión general de las tres, quienes creen que Elena se tiene que ir, ya que todas están de acuerdo con su salida. «En cuanto una de nosotras dé negativo y todas estemos de acuerdo en que te vayas te tienes que ir. Somos tres contra una. Es que no hay más. Esto va un poco por votación», afirma una de ellas.
La conversación grupal acaba al dejar Elena el grupo de Whatsapp que comparten. No obstante, tras colgar los audios, una de sus compañeras amenaza a la joven con denunciarla.
Un hilo de Twitter que ha arrasado y ha recibido numerosas contestaciones. Miles de usuarios se han puesto del lado de Elena Cañizares. Desde sanitarios que le dicen que no tiene que irse del piso, parte del protocolo COVID-19, hasta personalidades que brindan su apoyo a la futura enfermera. Eso sin contar los dardos lanzados a sus compañeras de piso.
La historia de Elena Cañizares se une a las quejas de vecindarios enteros por la presencia de sanitarios. Aquellos que velan por la salud de la ciudadanía. Como la protagonista de este cuento de éxito virtual. Parece ser que la insolidaridad también puede ser viral.