Un grupo de amigos de la ciudad de Tomsk, en Siberia, celebró una fiesta totalmente insólita. Bailaron enérgicamente en la plaza principal de la localidad vestidos con bañadores y mascarillas.
El organizador del evento, el bloguero Iliá Stroev, compartió las imágenes del baile en su cuenta de Instagram. Las acompañó de la divertida etiqueta #AguantaGenteElVeranoCasiEstáAquí.
En el vídeo, se puede ver cómo Stroev y sus amigos llegan a la plaza en automóviles y de repente se quitan la ropa y empiezan a bailar. Algunos de ellos también posan con atributos tradicionalmente asociados con el verano, como cañas de pescar, gafas de sol o sombreros de paja.
De esta insólita manera, Iliá celebró su cumpleaños. Al pie del vídeo, reveló que esta idea se le ocurrió hace ya ocho años.
El buceador danés Stig Severinsen, apodado ‘El hombre que no respira’, estableció un nuevo récord Guinnes en buceo libre al nadar más de 200 metros bajo el agua con un solo aliento.
En la playa Balandra de la ciudad mexicana de La Paz, el cuatro veces campeón en buceo libre y experto en técnicas de respiración nadó 202 metros conteniendo la respiración durante un total de 2 minutos y 42 segundos.
El también biólogo y médico declaró que su intención es aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la salud pulmonar. El evento fue parte del reto The 2020 Dive, una competición de apneísmo celebrada en formato de telerrealidad.
«Cuando el mundo fue golpeado por el COVID-19 hace casi un año, estaba buscando una manera de demostrar que la pandemia no era una excusa para olvidar nuestras prioridades para la naturaleza o poner nuestras ambiciones en espera», declaró Severinsen en una entrevista al medio local El Independiente.
Nacido el 8 de marzo de 1973, Severinsen fue la primera persona en contener la respiración durante más de 20 minutos bajo el agua. En 2010, nadó 72 metros bajo el hielo usando nada más que un traje de baño y unas gafas de natación.
Ni la prohibición de que sus invitados usen sus teléfonos móviles, ni la protección acústica con la que está construida la discoteca subterránea en la mansión pudo ocultar la fiesta de Neymar a los medios locales.
El 10 de la selección brasileña organizó una fiesta masiva con centenares de invitados en una mansión ubicada en Mangaratiba, en Río de Janeiro, donde una de las reglas era no usar teléfonos móviles, grabar vídeos y menos aún publicar fotos en las redes sociales.
Según publicó OGlobo, la fiesta se llevó a cabo a pesar de que Neymar se recupera de una lesión. El futbolista planeó que esta fiesta duraría cinco días e incluso contrató una banda musical porque estaba muy confiado en que la discoteca subterránea tenía protección acústica y ningún vecino se enteraría de lo que estaba ocurriendo.
Las redes sociales se inundaron de críticas e indignación de miles de internautas que reprochaban la fiesta que organizó el futbolista a pesar de la cifra de decesos y contagiados que registra Brasil por el coronavirus.
«Neymar pidió a sus invitados que no llevaran teléfonos móviles para evitar repercusiones y cosas así. Le preocupa la repercusión, no la pandemia. Es un resumen de Brasil en 2020», escribió un internauta.
«Neymar dando una fiesta de 5 días, los invitados que se van el último día».
«No creo que haya una persona más ignorante que Neymar».
«Otras personas haciendo fiesta en plena pandemia / Neymar».
Muchos internautas han calificado a la fiesta como la fiesta Réveillon de Neymar, una celebración que sirve para despedir el año y es considerada una atracción turística, pero que fue cancelada por la municipalidad de Río de Janeiro para evitar más contagios por coronavirus.
Esta vez la misteriosa aparición si logró sorprender, luego de que se dieran cuenta que el monolito estaba hecho a base de bloques de masa de pan de jengibre navideño.
La inusual aparición tuvo lugar en un parque de San Francisco, en EEUU, y logro sorprender a los habitantes del lugar no solo por el material del que estaba hecho, sino también por el buen olor que tenía.
«Desperté para pasear al perro en la mañana de Navidad aquí en San Francisco y en el parque Corona Heights y un misterioso ¡monolito de pan de jengibre ha aparecido!», escribió un internauta a tiempo de publicar las fotos del hallazgo.
«Puedes ver que mi perro está triste porque no le dejé que se lo comiera», escribió.
«También olía muy bien», dijo otro internauta.
Mientras que otros usuarios fueron más arriesgados y comprobaron de que se trataba de pan de jengibre genuino.
«Un misterioso monolito de pan de jengibre apareció en el parque Corona Heights. Aparentemente los extraterrestres se sienten festivos», escribió otro usuario.
«El monolito de jengibre en la cima de Corona Heights en San Francisco esta mañana. Y fue brevemente enmarcado por un arcoiris ¡Feliz Navidad a todos!».
A la pregunta de cuál será el destino de este monolito, las autoridades locales dijeron que por el momento no planean retirar al monolito del lugar y «lo dejarán hasta que la masa se desmorone». Sin embargo, no tuvo que pasar mucho tiempo para que la misteriosa escultura comestible fuera derribada por una tormenta, según publicaron los internautas.
Son varios los monolitos que aparecieron en varios países alrededor del mundo, EEUU, Rusia, Rumania, Reino Unido y hasta Bolivia. Sin embargo, este monolito es único porque que no es metálico como los demas, sino de bloques de pan de jengibre unidos con glaseado, esto le permitió convertirse en una grata sorpresa navideña para los residentes del lugar.