Wafaa Sebbah la joven desaparecida en Carcaixent, Valencia, hace año y medio murió asfixiada. Es lo que revela la autopsia que se ha podido llevar a cabo después de que su cuerpo se encontrara el pasado jueves en un pozo a 20 metros de profundidad. Con los resultados de la autopsia en la mano, la policía trabaja ahora con la hipótesis de que hubo agresión sexual.
David Soler, conocido como «El tuvi» fue detenido el pasado miércoles como presunto autor del asesinato de Wafaa. Él mismo guió a los investigadores de la Guardia civil hasta el cuerpo de la joven, que se encontraba dentro de un pozo. David Soler ya ha sido puesto a disposición judicial.
El cuerpo se encontraba deteriorado, pero aún así, los forenses ya el pasado sábado pudieron confirmar por los restos óseos que el cadáver era el de Waffa Sebbah. Gracias a esto, la investigación ha podido reconstruir el asesinato de Wafaa y busca ahora el arma del crímen, que aún no ha sido encontrada.
La Autopsia
La Guardia Civil encontró el cuerpo de la chica desnudo de cintura para arriba y con una bolsa en la cabeza. Ahora, la autopsia desvela que el presunto asesino ató a Wafaa para quitarla la posibilidad de defenderse para luego estrangularla ya que la jóven murió por asfixia. Además, por los restos óseos se ha podido comprobar que el aseisno la disparó con una pistola de perdigones pero no se sabe si lo hizó antes o después de la muerte.
Además, junto al cuerpo sin vida de la joven se encontró un sujetador cortado. Si a esto se le suma que la muerte por asfixia es una de las más frecuentes en casos de agresión sexual, la policía trabaja ahora con la hipótesis de que pudo haber una violación, aunque, de momento, la autopsia no lo ha confirmado.
«El Tuvi» Presunto Asesino Reincidente
David Soler, más conocido como «El Tuvi» era un hombre machista obsesionado con Wafaa según declara todo el entorno cercano de la jóven. Pero además, este podría no haber sido su primer asesinato, también está siendo investigado por el homicidio de Isabel Elena Raducanu, de 36 años, embarazada de seis meses que fue encontrada estrangulada y acuchillada, en su piso de Xàtiva. Ahora, la investigación conecta al asesino de Waffa Sebbah con el de Elena Raducanu.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió este martes su decisión de indultar a los nueve líderes independentistas condenados por el procés que permanecían en prisión. En una breve comparecencia institucional sin preguntas, poco después de aprobar esa medida de gracia en Consejo de Ministros, Sánchez sostuvo que con el indulto «la democracia española demuestra su grandeza», y que el perdón de las penas de prisión servirá para «pasar página» y volver a la senda del «diálogo» y la «concordia». «Encontraremos dificultades en el camino, pero merece mucho la pena intentarlo», dijo.
El líder del Ejecutivo sostuvo que el Gobierno «no pone en cuestión» la sentencia condenatoria del Supremo, sino que estima que existen «razones de utilidad pública» que justifican la adopción de esta medida para «restablecer la convivencia y la concordia». «Es lo mejor para Cataluña, para España y la decisión más acorde con el espíritu de concordia y convivencia de la Constitución española», dijo Sánchez, quien detalló que estos indultos quedan condicionados a que sus beneficiarios no cometen un delito grave en los próximos años.
Sánchez insistió en que no exige a los indultados que cambien sus ideas, puesto que «jamás» fueron castigados por su ideología, sino por cometer «actos contrarios a la ley», pero si exigió que defiendan sus postulados desde el respeto a la «legalidad» y a los derechos «de todos los españoles», como corresponde hacer en una «democracia fuerte» como la española.
A partir de ahora, concluyó, se abre un «nuevo tiempo de diálogo» que el Gobierno quiere «ayudar» a conseguir. «Miramos al futuro con más optimismo. Queremos abrir una nueva etapa de reencuentro, y cerrar un tiempo de división y enfrentamiento», sostuvo el presidente del Gobierno, quien llamó a retornar «a la vía que nunca se debió abandonar» y a «concentrar» todas las fuerzas en «mejorar la vida» de los españoles.
El pasado viernes a mediodía una niña de dos años, Fatou, iba por la calle de la mano de su madre en la localidad de Ceutí, en Murcia, cuando de repente un perro se abalanzó sobre ella y la mordió y arrastró varios metros por la vía.
En las imágenes de una cámara de seguridad de un local cercano se puede ver cómo la madre intenta desesperadamente agarrar a la pequeña, pero el animal, un american stafford – catalogado como perro potencialmente peligroso-, se resistía arrastrando a la pequeña por el suelo y mordiéndola.
A los pocos segundos apareció la dueña de una clínica veterinaria cercana, Fátima Peláez, y al comprobar lo que estaba sucediendo le metió la mano en la boca al animal para que soltase a la pequeña. «Vi que lo que tenía el perro en la boca era una niña y que la estaba zarandeando como a un pelele», cuenta la veterinaria a La Opinión de Murcia.
El dueño del animal también intentó pararlo, pero no tuvo éxito. «Yo traté de darle con una zapatilla para ver si llamaba su atención, pero pensé que no lo estaba haciendo bien. Mi reacción instintiva fue meterle la mano en la boca para abrírsela para que soltara a la niña», relata Peláez.
Afortunadamente tanto la niña como la madre se encuentran bien, aunque el accidente será difícil de olvidar: «La cara de pánico y horror de la madre y de la niña. Esa imagen no la he podido borrar de mi cabeza, todavía estoy impactada», termina la veterinaria.
Unos 22 días después de que el jurado popular declarara a César Román el Rey del Cachopo culpable del homicidio de Heidy Paz, la Audiencia Provincial de Madrid ha dictado su sentencia siguiendo los criterios marcados por aquella declaración. Los magistrados lo han condenado a 15 años de prisión por un delito de homicidio con agravantes de parentesco y género.
La condena coincide con las peticiones que tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares habían solicitado. Solo la familia de la víctima había pedido una condena de 28 años: 25 por asesinato, tres por malos tratos y cinco meses por profanación de cadáver.
Sin embargo, ninguna de las partes pidió la permanente revisable. El mismo Román destacó ese hecho en su turno de última palabra, afirmando que ello demostraba las pocas pruebas que había contra él.
Y es que el hecho de que se hubieran encontrado solo una parte del cuerpo de Heidy ha condicionado todo el proceso. La falta de la cabeza o los brazos y pernas no ha hecho posible conocer las circunstancias exactas de su muerte. Como señaló el mismo Román en su defensa, no se sabe si su novia murió de un disparo o un golpe en la cabeza, o como consecuencia de un derrame cerebral.
La prisión permanente revisable puede pedirse, en el caso de asesinato, cuando la víctima es un menor de 16 años «o persona especialmente vulnerable», o si la muerte se perpetró después de cometer un delito contra la libertad sexual. Ninguna de estas dos circunstancias ha quedado probada en el juicio.
Ni Siquiera Por Asesinato
El Rey del Cachopo ni siquiera ha podido ser condenado por asesinato, como sí pidió la acusación encabezada por la familia de Heidy Paz. Efectivamente, el asesinato es un tipo agravado del homicidio previsto por el artículo 139 del Código Penal. Prevé una pena de entre 15 y 25 años cuando en un homicidio concurra alguna de las siguientes circunstancias:
Que haya sido perpetrado con alevosía.
Que se haya producido a cambio de un precio, recompensa o promesa.
Que haya existido ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido.
Para facilitar la comisión de otro delito o para evitar que se descubra.
Tanto en sus conclusiones provisionales como en las definitivas, la acusación particular que representaba a la familia pedía una condena por asesinato y malos tratos. En la sentencia, los magistrados critican que en ninguno de estos escritos se haya explicado claramente las circunstancias que consideraban que se habían presentado como para probar estos delitos.
La sentencia señala que los escritos de acusación tienen la función de garantizar al acusado el derecho de defensa, pues puede conocer qué delitos se le atribuyen y en qué circunstancias, para rebatirlos si tiene elementos para hacerlo. «La indeterminación en el escrito de conclusiones provisionales de los hechos punibles puede dar lugar a una acusación imprecisa e incluso insuficiente y puede producir a causa de ello una situación de indegensión (…)».
Ni las conclusiones provisionales, formuladas al principio del proceso, ni las definitivas, dan cobertura ni al delito de asesinato ni al de malos tratos, consideran los magistrados en la sentencia (puedes leerla íntegra más adelante).
En cuanto al maltrato habitual, no se señala cuáles y cuántos habrían sido los actas de violencia física o psíquica desplegados sobre Heidy, ni se dice nada sobre fechas o circunstancias.
Sobre el asesinato, «ni siquiera se especifica cuál sería el delito cuya comisión se querría facilitar o cuyo descubrimiento se buscaba evitar», señala el texto. Tampoco se describe en qué consistió la supuesta alevosía del Rey del Cachopo sobre su novia, ni el modus operandi para lograrla.
Tampoco Por Profanación
La Audiencia de Madrid tampoco condena al Rey del Cachopo por profanación de cadáver, algo que sí pidieron todas las acusaciones. Se trata de un delito previsto por el artículo 526 del Código Penal, castigado con prisión de tres a cinco meses.
Los magistrados recuerdan que se trata de un delito que castiga a quien «faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con el ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos».
El bien jurídico que la legislación protege, razona la sentencia, es «la ofensa al sentimiento de respeto que inspira en la comunidad social la memoria de las personas fallecidas». Por lo que, si pese a realizarse la conducta prevista por el tipo, no hay un efecto de ofensa al «sentimiento colectivo» ese hecho no será punible.
Los jueces admiten que en el caso de la muerte de Heidy resulta «estremecedor en una sociedad civilizada que el cuerpo de una mujer sea objeto del seccionamiento de su cuello y de todas sus extremidades, que se le extirpen las mamas y se arroje sobre él una sustancia abrasiva…», pero señala que esas acciones fueron efectuadas por Román para autoencubrirse y no para faltar al respeto.
«Todas y cada una de las acciones llevadas a cabo sobre el cadáver de Heidy estaban encaminadas a su traslado y ocultación y a impedir que se pudiera establecer su identidad y la causa de su fallecimiento», advierte la sentencia. Así, esta conducta es «absorbida» por el delito principal, pues todos los actos de desmembramiento y rociado de los restos con sosa cáustica están en caminados a buscar la impunidad del homicidio.
Una bebé recién nacida en Colorado, EE UU, requirió más de una docena de puntos después de que los médicos le hiciesen un corte en la cara durante una cesárea de emergencia.
Los padres de la pequeña, Kyanni Williams, habían planeado tener un parto natural, pero durante el mismo, los médicos fueron incapaces de encontrar latido, así que tuvieron que practicarle una cesárea de emergencia.
«Dijeron que nuestra bebé hizo un movimiento repentino, que no podían escuchar los latidos de su corazón ni encontrarlo y le hicieron una cesárea inmediata», dijo su padre, Damarqus Williams, según recoge New York Post.
Cuando la pequeña Kyanni salió de la sala de partos, tenía un corte en la mejilla que requirió 12 puntos de sutura, según la familia. «Dijeron que su cara estaba cerca de la pared de la placenta», dijo Williams.
El abuelo de Kyanni lamentó que la alegría por la llegada de la pequeña fue agridulce porque sentían miedo y frustración por lo que el bebé podía haber sufrido. «Que tu nieta nazca para salir a ver al cirujano plástico, para que le hagan 12 puntos, es devastador, es desgarrador», dijo.
La familia lanzó una página de GoFundMe para recaudar dinero para contratar a un abogado y explorar sus opciones legales. «Tienen que rendir cuentas por lo que hicieron», dijo la abuela de la bebé, Tashaira Williams.