La semana pasada, diferentes agencias espaciales estuvieron trabajando en una simulación del choque de un asteroide contra la Tierra. La misión ha llegado a su fin y deja malas noticias para Europa -el anterior simulacro borró del mapa la mismísima Nueva York-.
El impacto ficticio ha estado dirigido por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y su objetivo era preparar a los científicos en caso de que alguna vez ocurra una amenaza así contra nuestro planeta.
La práctica y el entrenamiento para diferentes situaciones son una parte esencial de la preparación, además, se trata de una oportunidad que sirve de ayuda para identificar a los problemas, gracias a la colaboración de equipos de trabajo con diversas experiencias. En la prueba de la semana pasada los investigadores descubrieron varias cosas, entre ellas algo muy alarmante: no estamos preparados para un suceso como este y seis meses serían suficientes para prevenirlo.
Decimos que seis meses no son suficientes porque esta prueba no era en tiempo real: el asteroide imaginario, bautizado como 2021PDC, se descubrió el 19 de abril y el impacto del mismo se producirá -siempre de forma ficticia- el 20 de octubre de 2021. El blanco de esta masa de 140 metros era Europa, concretamente algún punto entre las fronteras de Alemania, Austria y República Checa.
Llegar a esas conclusiones -primero saber que es un peligro, después saber su tamaño, después su trayectoria y lugar de impacto y finalmente su fecha de colisión- le llevó a los equipos varios días.
El 20 de octubre a las 17:02 en tiempo de simulacro, 2021PDC impacta contra la zona prevista, generando una devastación de casi 300 kilómetros de diámetro. Pero no solo arrasa con esa zona y sus ciudades -algunas como Salzburgo o Praga-: al día siguiente del impacto, los daños indirectos se extienden a toda Europa Central. Se proyectó que el asteroide falso golpearía la Tierra a velocidades que alcanzaban los 15 km/s o 55.000 km/h.
Malas Noticias: No Estamos Preparados
El ejercicio ha dejado mal sabor de boca: no tenemos medidas efectivas para desviar, detener o destruir un asteroide de ese tamaño en menos de seis meses. Según las conclusiones del simulacro, todo lo que se podía hacer era ordenar la evacuación de las zonas sobre las que iba a impactar.
Angela Stickle (líder del grupo de trabajo de modelado de impacto de DART) aseguró que el cronograma para la desviación es importante, pero en este caso, el enfoque del ejercicio se orientó al desastre para identificar con antelación los asteroides peligrosos. Es decir, la simulación se hizo para predecir el posible daño que podría causar el asteroide en las zonas geográficas.
Si esta situación hubiera sido real, la Red Internacional de Alerta de Asteroides, habría difundido la información necesaria para asegurar que todos los países están al tanto de las amenazas, de esta manera, se desarrolla una respuesta de emergencia en caso de impacto.
El asteroide más grande que se prevé pase cerca de la Tierra en 2021 estará en su punto más cercano el 21 de marzo. 2001 FO32, de un kilómetro de ancho, pasará a 2 millones de kilómetros de nosotros.
Aunque la distancia segura, su visita brindará a los astrónomos una oportunidad única de ver bien una reliquia rocosa que se formó en los albores de nuestro sistema solar. No existe la amenaza de una colisión con nuestro planeta ahora o en los siglos venideros.
«Conocemos la trayectoria orbital de 2001 FO32 alrededor del Sol con mucha precisión, ya que fue descubierto hace 20 años y se ha rastreado desde entonces», dijo en un comunicado Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), que se gestiona por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.
Aún así, esa distancia es cercana en términos astronómicos, razón por la cual 2001 FO32 ha sido designado como un «asteroide potencialmente peligroso». CNEOS calcula órbitas de alta precisión para objetos cercanos a la Tierra (NEO) en apoyo de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA, basándose en telescopios y radares terrestres para ayudar a caracterizar con precisión la órbita de cada NEO para mejorar las evaluaciones de peligros a largo plazo.
Durante esta aproximación, 2001 FO32 pasará a 124.000 kilómetros por hora, más rápido que la velocidad a la que la mayoría de los asteroides se encuentran con la Tierra. La razón del acercamiento inusualmente rápido del asteroide es su órbita muy inclinada y alargada (o excéntrica) alrededor del Sol, una órbita que está inclinada 39 grados con respecto al plano orbital de la Tierra. Esta órbita lleva al asteroide más cerca del Sol que Mercurio y dos veces más lejos del Sol que Marte.
A medida que 2001 FO32 realiza su viaje al interior del sistema solar, el asteroide gana velocidad como un patinador que rueda por un halfpipe y luego se ralentiza después de ser arrojado al espacio profundo y girar hacia el Sol. Completa una órbita cada 810 días.
Después de su breve visita, 2001 FO32 continuará su viaje solitario y no volverá a acercarse tanto a la Tierra hasta 2052, cuando pasará a unas siete distancias lunares, 2,8 millones de kilómetros.
Con su kilómetro de diámetro, 2001 FO32 será el asteroide más grande en pasar tan cerca de nuestro planeta en 2021. El último acercamiento de asteroide notablemente grande fue el de 1998 OR2 el 29 de abril de 2020. Mientras que 2001 FO32 es algo más pequeño que 1998 OR2, estará tres veces más cerca de la Tierra.
El encuentro del 21 de marzo brindará una oportunidad para que los astrónomos obtengan una comprensión más precisa del tamaño y el albedo del asteroide (es decir, qué tan brillante o reflectante es su superficie) y una idea aproximada de su composición.
Esto se logrará, en parte, con el uso de la Instalación del Telescopio Infrarrojo (IRTF) de la NASA, un telescopio de 3,2 metros sobre el Mauna Kea de Hawai que observará el asteroide en los días previos al acercamiento con su espectrógrafo infrarrojo, SpeX. «Estamos tratando de hacer geología con un telescopio», dijo Vishnu Reddy, profesor asociado del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona en Tucson.
El prototipo del cohete Starship de la empresa espacial SpaceX explotó mientras intentaba aterrizar en Boca Chica, Texas (EEUU). El sonido de este estallido fue tan fuerte que se escuchó en una ciudad vecina.
Así, un internauta, originario de South Padre Island, publicó en YouTube un vídeo, en el cual se puede sentir cuán potente fue el estallido al estrellarse la nave no tripulada SN9 durante el aterrizaje, que tuvo lugar el 2 de febrero tras un lanzamiento experimental.
El autor de la grabación estaba en una tienda y de repente escuchó un profundo estruendo. Entonces todo el mundo, incluso él, salió del local para ver lo que estaba pasando.
«Se lanzó un cohete, y lo vi mientras caminaba por la carretera. Comenzó a caer, y me moví hacia el centro de la calle para verlo aterrizar. Explotó y se sintió como un pequeño terremoto», explicó el hombre.
La nave espacial que explotó es un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita de la Tierra, la Luna, Marte y más allá.
En diciembre, el vuelo de prueba de este cohete también terminó con una explosión. El prototipo despegó sin problemas, pero durante el aterrizaje y desde una altura de 10 kilómetros se estrelló.
Una enorme bola de fuego ha alertado a los vecinos de Galicia, León y la zona de El Bierzo.
Era alrededor de la una de la madrugada cuando el bólido celeste brotó en el cielo. Así lo ha confirmado Sputnik con un vecino de la zona llamado Juan —apodado en Twitter como @Fgjohnny— que pudo captar el momento y publicarlo en las redes sociales. Debido a las altas horas de la madrugada, este vecino de Cangas (Galicia) no pudo presenciar in situ el momento del destello, pero al enterarse de la noticia por los medios locales, le dio por revisar su cámara de seguridad y allí estaba, el meteorito «que se escuchó en toda la provincia».
La Asociación Leonesa de Astronomía no ha podido concluir con claridad de qué fenómeno se trataba, ya que están intentando instalar un sensor que registra cualquier estrella fugaz que queda registrado y eso «lleva un poco de tiempo». La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) todavía no se han manifestado al respecto.
Aún así, la explicación más probable es que sea un meteorito debido al estampido que se escuchó cuando entró en la atmósfera a altas velocidades y el cual ha sido confirmado por numerosos vecinos de la zona. «Meteorito en Ponferrada, 1.30 horas aproximadamente de la mañana. Se escuchó una explosión enorme. Vaya año…», escribía un usuario llamado Iván Martínez en Twitter.
La entidad leonesa aclara que las condiciones climáticas adversas que está viviendo el país en los últimos días no están afectado a este tipo de destellos luminosos. «Todos los días están cayendo granitos de arena en todas las ciudades». El último meteorito registrado y del que pudieron rescatar algunos pedazos ocurrió en la noche de reyes en León y Palencia en 2004.
No obstante, el que se ha avistado en 2021 es un fenómeno más que curioso, pues fue visto no solo en el norte del país, también en el sur, concretamente en la localidad sevillana de Estepa, tal y como han confirmado investigadores de la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN) en su cuenta de Twitter. Desde el organismo están intentado estudiar este anómalo destello y para ello han pedido cooperación ciudadana habilitando un formulario para que lo rellenen los testigos de la escena.
Un piloto militar de EEUU publicó en su cuenta de Instagram unas imágenes raras de un eclipse solar capturadas desde el exterior de un avión.
De acuerdo con la publicación, el vídeo fue grabado desde la aeronave Cirrus SR22T en el cielo sobre el estado de Oregon (EEUU) a una altitud de 5.334 metros.
La velocidad de la sombra del eclipse fue de unos 3218 kilómetros por hora.
El autor de la grabación asegura que es una de las pocas imágenes que existen de un eclipse solar capturado desde el exterior de una aeronave.
Varias personas se pusieron en contacto con la Policía la noche del pasado 30 de diciembre para reportar un extraño avistamiento: un objeto volador no identificado en el cielo sobre la isla hawaiana de Oahu.
En imágenes compartidas en las redes sociales, se ve lo que parece ser un objeto oblongo, brillante y de color azul en el cielo y, posteriormente, en el agua. Varios testigos afirman haber visto el objeto caer del cielo hacia el océano.
El avistamiento ocurrió alrededor de las 20:30 hora local, según el diario local Hawaii News Now.
Una mujer llamada Moriah contó al medio hawaiano que, pese a que nunca ha creído realmente en los ovnis, al ver el objeto azul brillante en el cielo se subió al auto con su marido para seguirlo.
«No sé qué era. Iba muy rápido», detalló la testigo del fenómeno, antes de agregar que el objeto no producía ningún sonido.
Aún según Moriah, poco menos de cinco kilómetros después, el objeto pareció caer al océano.
«Llamamos al 911 para que un oficial o alguien viniera a averiguarlo», compartió la mujer.
Cuando la Policía ya estaba en el lugar, Moriah dice que vieron una segunda luz, esta vez blanca.
«La blanca era más pequeña. Venía en la misma dirección que la azul», afirmó la mujer antes de detallar que perdieron de vista el objeto después de que pasó sobre una montaña cercana.
La Administración Federal de Aviación (FAA), órgano reglamentador de la aviación civil en EEUU, informó que no se registraron incidentes o accidentes aéreos en esta área en el momento del avistamiento.
El actor canadiense James Doohan, famoso por interpretar al ingeniero jefe Montgomery ‘Scotty’ Scott en la serie de culto ‘Star Trek’, siempre soñó con viajar al espacio. En 2008, un empresario y desarrollador de videojuegos cumplió su deseo.
Según reveló el hijo del actor, Chris, la familia de Doohan —que falleció en 2005— solicitó a la NASA en reiteradas ocasiones que enviara las cenizas al espacio, pero la agencia se negó a hacerlo.
Finalmente, en 2008, el fundador del estudio de videojuegos Origin Systems (Ultima, System Shock) y uno de los primeros turistas espaciales, Richard Garriott, accedió a organizar el increíble viaje a las estrellas del célebre actor. Para esto, Garriott llevó parte de sus cenizas a bordo de la EEI, por supuesto, de manera clandestina. Las colocó debajo de una foto laminada del actor, después de lo cual la depositó bajo el suelo del módulo Columbus.
Solo Garriott y la familia del actor estaban al tanto del insólito envío y lo han mantenido en secreto hasta el día de hoy por temor a una posible multa por parte de la NASA.
«Era completamente clandestino. Su familia estaba muy feliz de que las cenizas llegaran hasta allí, pero todos estábamos decepcionados por no haber podido hablar de ello públicamente durante tanto tiempo», declaró Garriott en una entrevista con The Times.
Ese mismo año, parte de las cenizas del actor también estaban a bordo del cohete Falcon 1, de SpaceX, pero falló minutos antes del despegue. En 2012, Doohan volvió a viajar al espacio a bordo del SpaceX Falcon 9.
Durante su estancia en el módulo europeo de la EEI, Scotty ha orbitado la Tierra más de 70.000 veces y ha recorrido más de 270.000 millones de kilómetros.
¿Qué mejor plan para despedir el año que con una lluvia de estrellas? Las gemínidas llegarán a su punto más álgido durante los próximos días y se verán desde todas las partes del mundo.
Si eres un apasionado de la astronomía seguramente ya sabrás que realmente estas «estrellas fugaces» no son tal, sino meteoros, es decir, polvo y rocas que golpean la atmósfera terrestre a gran velocidad y crean ese espectáculo lumínico que tanto nos emociona.
El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) confirmó que 2020 debería ser un gran año para ver la lluvia de meteoros de gemínidas ya que «la Luna nueva acompañará la observación» y se podrá disfrutar de esta lluvia de meteoros en toda su intensidad. Su punto más álgido se espera durante la madrugada del 14 de diciembre a las 0:50 horas GMT y se podrá ver desde todas las partes del mundo.
«A lo largo de la última década, las Gemínidas siempre han despedido el año superando los 100 meteoros por hora (ZHR, tasas horarias cenitales) y colocándose en el primer puesto del ranking anual de lluvias de estrellas, junto con las perseidas y las cuadrántidas», afirma el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Para encontrarlas hay que echar la vista hacia su centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces, denominado «radiante» ubicada en la constelación de Géminis y situada cerca de la conocida constelación de Orión. La podrás encontrar fácilmente con diversas aplicaciones móviles habilitadas para observar el cielo estrellado como Star Walk 2. No obstante, si te resulta difícil acceder a ella, basta con mirar hacia arriba detenidamente durante unos minutos y seguro que las verás resurgir en el cielo oscuro.
Los meteoros tienden a ser audaces, blancos y rápidos y la Luna en 2020 será fiel aliada de las gemínidas, pues se mantendrá escondida para que los ciudadanos podamos ver mejor la lluvia estrellada. Además, en Chile y Argentina tendrán otro motivo para alzar la vista ese día, pues según confirmó la NASA, durante aproximadamente dos minutos, podrán ver un eclipse total de Sol.
Ya lo sabes, si quieres disfrutar de este espectáculo lumínico y contemplar los destellos de luz que brotarán por todas las partes del cielo, ¡no olvides armarte de paciencia!.
El desarrollo de la agricultura en la Luna o Marte se entrevé fundamental en un futuro cercano. Producir alimentos en el espacio es la llave para los posibles asentamientos humanos. Miles de investigadores trabajan en buscar una solución. Uno de estos equipos es español.
La tecnología define el avance de la civilización. Si preguntamos qué invento ha revolucionado la existencia humana, las respuestas serían variadas. El teléfono, Internet o los automóviles sonarían más de una vez. Menos lo harían la penicilina o la electricidad, a pesar de su importancia. En un mundo que corre más que camina, es difícil no dejarse llevar por el deslumbre de las nuevas creaciones. Sin embargo, para llegar a las pantallas y la alta velocidad, hay que fijar unos cimientos. Una base técnica, pero también social. Probablemente, a la cuestión anterior, casi nadie pronunciaría la palabra agricultura.
Una técnica milenaria que permitió al ser humano pasar del nomadismo al sedentarismo. La producción de alimentos fue germen del comercio y de la creación de sociedades más complejas. Cultivar la tierra supuso el nacimiento de la civilización en los valles fértiles de Oriente Medio, China o América Central. «La agricultura nos hizo dar un salto evolutivo enorme. Es el punto de partida de cualquier asentamiento», reconoce el ingeniero José María Ortega a Sputnik Mundo. El siguiente paso es llevarla al espacio.
En la actualidad, más de 3.400 proyectos en todo el mundo investigan cómo cultivar en suelo extraterrestre para permitir la instalación de colonias humanas en otros cuerpos celestes. Entre ellos, uno es español. Su nombre es Green Moon Project. Al igual que el resto, su objetivo es conseguir dotar de independencia alimenticia a las futuras misiones espaciales. «Llevar unos tomates a la Luna cuesta millones de euros. Además, tardarían unos tres días en llegar. Si hablamos de Marte, tendríamos que esperar hasta seis meses. Si queremos avanzar, no solo en la exploración espacial, sino también en la creación de poblaciones en suelo extraterrestre, necesitamos aprender a cultivar en el espacio», indica Ortega, coordinador general del proyecto.
Compuesto por un equipo de ingenieros y biólogos, Green Moon Project arrancó en 2016 en la Universidad de Málaga. Lo hizo al calor de distintos concursos espaciales. Participaron en un certamen de Google, que quedó desierto. Más tarde, fueron seleccionados entre más de 3.000 propuestas en la competición Lab to Moon, celebrada en la India. Incluso, viajaron al subcontinente. Pero, contratiempos en el calendario dejaron la prueba sin ganadores. Esto no les hizo desistir. El proyecto siguió madurando y en 2019 obtuvo su recompensa: un acuerdo de colaboración con el Centro de Exploración Espacial de la Universidad de Chongqing (China). Casi un año antes la sonda china Chang»e 4 consiguió posarse sobre suelo lunar y hacer brotar una semilla de algodón.
«Hemos unido sinergias con los investigadores chinos y hemos relanzado Green Moon Proyect. Integramos geología planetaria, biología vegetal e ingeniería espacial», comenta el coordinador general.
Precisamente, de la mano de China, el equipo español sueña con subir a la Luna. Y es que el trabajo conjunto realizado con el gigante asiático podría traducirse en un despegue en 2022. Y no es la única opción. Green Moon Project también tiene la posibilidad de embarcarse en el programa Artemisa de la NASA y ha sido preseleccionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para viajar en un gran aterrizador logístico en el que se probarán varias tecnologías. No obstante, el líder del proyecto pide prudencia. «Hay que ser precavidos para decir fechas», recuerda Ortega.
¿Cómo Cultivar En El Espacio?
«Llevar los invernaderos de Almería a la Luna. Ese es el objetivo», ríe el ingeniero. Una explicación que puede parecer laxa, pero que resume a grandes rasgos el concepto del proyecto. Y es que, para cultivar fuera del planeta, es necesario crear una serie de estructuras que fomenten el crecimiento de la planta. «No es tirar una semilla y esperar que crezca», explica.
Los investigadores de Green Moon Project han invertido horas en el diseño y puesta a punto de una cápsula que integre todas las tecnologías necesarias para impulsar la agricultura extraterrestre. Al espacio viajaría este artefacto, un cilindro de 15 centímetros de base y 30 centímetros de altura. Un pequeño modelo, situado unos metros por encima del suelo lunar, que servirá para experimentar cómo crecen las plantas. Este podría ser la base de los futuros invernaderos en el satélite.
Unas estructuras que deberán contar con sistemas que garanticen la luz necesaria para la fotosíntesis, temperatura, humedad, dióxido de carbono, presión media equivalente a la existente al nivel del mar y oxígeno. El equipo de científicos españoles ya ha llegado a varias soluciones. Por ejemplo, reutilizar el oxígeno que emiten las propias plantas o utilizar generadores artificiales para apañar la falta de Sol.
No obstante, los mayores problemas de la agricultura espacial provienen de la gravedad y la radiación. En el caso de la primera, solo se podrán conocer sus efectos sobre los vegetales cuando estos estén fuera de la Tierra. «Creemos que como en la Luna la gravedad es seis veces menor que en nuestro planeta, la planta crecerá más rápido, ya que se aceleraría el transporte de nutrientes», hipotetiza Ortega. Por otro lado, para combatir la radiación, además de utilizar la propia cápsula, Green Moon Project considera que hay que cultivar bajo la superficie. «En la Luna no hay una atmósfera protectora y en Marte es muy fina. Plantar en el exterior es completamente imposible. Necesitamos un ambiente controlado y protegido», expone Ortega.
Motivo por el que Green Moon Project ha viajado a Lanzarote. En la isla canaria existen unas formaciones denominadas tubos de lava. Se trata de unas cuevas originadas a partir del paso del magma caliente. Un tipo de cavidad volcánica también hallado en la Luna, Marte o Venus. En su interior es donde se instalarían los huertos espaciales, al reducirse la radiación cósmica. Incluso, las futuras colonias humanas.
Apoyados por el Cabildo y Geoparque de Lanzarote, Instituto de Geociencias y Red Española de Planetología y Astrobiología, los investigadores del proyecto ya experimentan en territorio lanzaroteño. Y no solo por la presencia de los tubos de lava. El regolito, capa de materiales no consolidados, basáltico de la isla es muy similar al de nuestro satélite. Por ello, los expertos estudian cómo las plantas obtienen los nutrientes de los terrenos volcánicos insulares. Trabajo que realiza la empresa colaboradora Innoplant, especializada en la adaptación de suelos a los cultivos. «Se está evaluando cómo reaccionan los vegetales a tres tipos de suelo distintos: uno terrestre, otro específico de Lanzarote y uno que simula al lunar. Es interesante analizar el comportamiento en este último, ya que sería importante poder utilizar los recursos del astro».
«Además, se está probando qué semillas serían las mejores para una primera toma de contacto. Hemos ensayado con lechuga, tomate y rábano. Podrían ser las primeras, aunque tampoco lo tenemos del todo claro», afirma el coordinador general del programa.
Por otro lado, el propio regolito podría servir de protección. Más allá de los tubos de lava, el experto en geología planetaria Jesús Martínez Frías prepara este material para fabricar unos escudos alrededor de la futura estructura de los invernaderos para protegerlos de las emisiones solares y la radiación galáctica.
Pero, antes tiene que llegar la cápsula de Green Moon Project a la Luna. Los resultados que obtenga en un futuro podrían ser claves para desentrañar las posibilidades de la vida vegetal más allá de la Tierra. En caso de éxito, el siguiente paso es Marte. Investigadores de la Universidad de Georgia ya han comenzado a experimentar con réplicas del suelo marciano.
«Creo que en 2040 o 2050, veremos humanos en la Luna. El objetivo final es convertir al ser humano en una especie interplanetaria sostenible. Y todo pasa por la agricultura», sentencia Ortega. La civilización comenzó a andar al ritmo de la azada y la guadaña en el Creciente Fértil. Así lo hizo en la Tierra. A base de brazos robóticos, podría despertar en la Luna o Marte. La revolución común en ambos momentos es la agricultura. No el móvil.
MOSCÚ (Sputnik) — El partido político Comunistas de Rusia desaconseja a la corporación espacial rusa Roscosmos registrar a su nombre la frase del primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin, «¡Vámonos!».
«El partido Comunistas de Rusia pide a Roscosmos renunciar a la comercialización cínica de la imagen de Yuri Gagarin y, a su vez, propone enviar a la Luna a los directivos de Roscosmos para que entren en la historia con sus propias frases y las registren a su nombre ya con todo derecho», dijo a Sputnik el líder del partido, Maksim Suraikin.
Explicó que la legendaria frase de Gagarin «¡Vámonos!» no debe convertirse en una marca comercial porque es el resultado del trabajo de muchas generaciones de soviéticos.
«No se descarta que esa frase la lleven perfumes o ropa extra cara para así sacarle provecho, es un intento de lucrar con la memoria de Gagarin y una ofensa a millones de personas que sienten orgullo por los logros de nuestra ciencia», enfatizó Suraikin.
El político sugirió a los parientes de Yuri Gagarin y a los veteranos de la industria espacial interponer una demanda contra Roscosmos.
Roscosmos había anunciado que considera patentar la frase de Yuri Gagarin para protegerla de cualquier uso indebido, ajeno al campo legal y a la memoria histórica del país.
Según dijo a Sputnik una fuente de la Agencia de Propiedad Intelectual rusa (Rospatent), Roscosmos decidió patentar la frase «¡Vámonos!» como logotipo para varias categorías de mercancías, entre ellas perfumes y cosméticos, medicamentos, electrodomésticos, metales preciosos, ropa, juguetes y licores.
En tanto, desde Roscosmos confirmaron a Sputnik que, efectivamente, quieren patentar elementos relacionados con el espacio ante todo para defenderlos del uso indebido.
«Lo hacemos precisamente para que nuestros símbolos sean no solo bien conocidos, sino también bien protegidos, y también procuramos prevenir las infracciones en ese terreno», aseguraron en Roscosmos.