Un enjambre gigante de abejas se unió insistentemene a un vehículo y se negó a separarse de él por dos días, causando sorpresa y temor a su propietaria, quien intentó separarlas con ayuda de expertos y se encontró con una tenaz resistencia por parte de los insectos. El enjambre tenìa un solo objetivo: seguir a la reina.
Carol Howarth, de Pembrokeshire (Reino Unido), notó la presencia cuando salió a hacer unas compras. Tom Moses, un guardaparques local, se detuvo para ayudarla y llamó a la brigada de apicultura, que consiguió alejar al problema. «Verlo era espectacular. Había mucha gente que se detenía a observarlas», señaló Moses, según recogió la BBC, y añadió que le preocupaba que «algún idiota viniera a verter agua caliente o algo así».
Solucionado el inconveniente, la mujer de 65 años volvió a su casa sin mayor preocupación.
Al día siguiente, su sorpresa fue mayor cuando vio que los insectos habían regresado, por lo que vovió a pedir ayuda. «Al parecer, las abejas pueden enjambrar en esta época del año y para ellas es un instinto muy fuerte seguir a la reina», señaló Howarth, una médica jubilada.
«Creemos que la reina se sintió atraída por algo en el coche, tal vez algo dulce, y se metió por un hueco en el limpiaparabrisas trasero o tal vez por una bisagra», explicó a su vez Roger Burns, de Pembrokeshire Beekeepers.