alimentación

Dos Errores Que Pueden Estropear Un Salmorejo Y Un Truco Para Que El Ajo No Repita

Hubo un tiempo en que el salmorejo, como le sucedía a su primo hermano el gazpacho, no llevaba tomate. Vamos, que no había tomate; aún no había lllegado de América. Aquel salmorejo primigenio era un puré a base de pan, aceite y ajo.

Luego, sí, llegaron los tomates. De modo que hoy el salmorejo es básicamente una crema elaborada con aceite, pan, sal y tomate. A partir de ahí todas las variaciones y localismos que uno quiera, pero la base es así de sencilla.

Y luego, los tropezones. Según han visto los responsables del Departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba (UCO), el salmorejo se sirve acompañado mayoritariamente con jamón (79%) y huevo duro (66%).

Sentada esa base, vamos con el ajo. Base indiscutible del recetario peninsular (les guste o no a los franceses), el ajo tiene sus riesgos. Efectivamente, no queremos excedernos y que repita.

Ese mismo estudio de la universidad cordobesa que mencionábamos nos anima a usar ajos de buena calidad y que no estén germinados (esa parte verde que puede nacer de su interior). Así será más fácil que el ajo no repita.

Hay, además, un truco: cortamos el ajo en cuatro trozos y lo sumergimos durante 10 minutos en un vaso con dos dedos de agua y una cucharadita de vinagre. Finalmente, nos va a ayudar usar ajo morado y no blanco. El morado es más suave.

Tomates Que Pueden Estropear Un Salmorejo

Lo primero, como con otras muchas cosas de comer: nada de frío de nevera. Nos gusta que las cosas estén a temperatura ambiente. Y eso se lo aplicamos a los tomates. Los sacamos del frigo la noche anterior. Así evitamos que se ahuequen.

Un tomate inhiesto, duro, jovencito… no, no es para hacer salmorejo. Esos son estupendos para una ensalada. Pero para hacer nuestra crema cordobesa lo mejor es tirar de tomates maduritos; de esos tomates blanditos antes de pochar. Y con piel (no, no se les quita la piel).

No Nos Vale Cualquier Pan

Comemos mucho mal pan, aunque vamos remontando. Ha llegado la fama de la masa madre, pero en muchas cocinas siguen entrando las «barras de mentira», esas que han sido congeladas previamente.

Para el salmorejo necesitamos pan de miga apretada. Sería el caso del telera cordobesa o de un pan candeal de Castilla. Será perfecto si, además, su corteza no está muy tostada. Usaremos pan de día. El duro de hace dos o tres días si no queda otra.

Y para acompañar, y no es fácil, un vino blanco de Montilla-Moriles, un fino del Marco de Jerez o un buen cava. Apuestas seguras.

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Un Hombre Se Inyecta Alcohol Y Aceite Para Potenciar Su Musculatura

noticias insolitasBRASIL.- El nombre de Romario Dos Santos Alves está corriendo como la pólvora por las redes sociales. Este joven ciudadano brasileño de 25 años revolucionó a los amantes del culturismo después de inyectar alcohol y aceite en sus músculos para aumentar el tamaño de su cuerpo y hacerlo mucho más espectacular.

Una mezcla explosiva que provocó importantes problemas de salud en Dos Santos, ya que los médicos tuvieron que actuar de urgencia, tal y como publica el diario Daily Mail, por el alto riesgo que existía de tener que amputarle ambos brazos por el destrozo que habían causado las continuas inyecciones.

La historia de este joven es realmente dura. Pese a que sólo tiene 25 años, Dos Santos vivió varias etapas conflictivas en su vida.

Una de las que más recuerda su entorno fue cuando intentó abandonar a su mujer cuando estaba embarazada de seis meses. Su círculo más cercano le convenció y ayudó para salir de este problema y ahora puede disfrutar de su hijo.

Sin embargo, este joven culturista disfruta mucho más con ver su cuerpo cada vez más musculoso. Y eso es un auténtica problema. Tal es la situación que, según asegura él mismo, los niños, asustados al verle, le califican como «monstruo» o «bestia».

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Cremaban El Cuerpo De Un Hombre Obeso Y Se Les Incendió El Crematorio

noticias insolitasUn empleado del crematorio en el estado de Virginia, Estados Unidos, pretendió incinerar los restos de un hombre de 225 kilogramos y desató un incendio.

Las llamas se originaron debido a la cantidad de grasa acumulada en el cuerpo lo que provocó una enorme cantidad de aceite y calor en el horno crematorio.

Según contaron los encargados del lugar, la grasa llegó al techo y ocasionó el fuego. «El hombre era un poco más grande que los que habíamos cremado en el pasado», dijeron.

Los empleados también explicaron que para cremar un cuerpo de 136 kilos se requieren de cuatro a cinco horas de trabajo del horno. Pero si el peso es excesivo, es necesario un calor constante sobre el cuerpo, para evitar que se caliente demasiado y quien desconoce este proceso puede provocar un accidente como el acontecido.

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