Biología, Empleo

Una Gata Callejera Lleva A Sus Tres Crías Enfermas A Una Clínica Veterinaria Y Los Sanitarios Acaban Ayudándolas

En muchas ocasiones, los animales demuestran tener un sentido extra que les permite reconocer problemas que los humanos no consiguen ver. Esto fue lo que ocurrió con una gatita que, sin haber estudiado la carrera de medicina, supo que algo raro les ocurría a sus cachorros al ver que no podían abrir los ojos por sí mismos.

La felina cogió a sus tres bebés enfermos del cuello y los llevó a una clínica veterinaria para que fueran examinados. Una vez llegó al establecimiento médico, la gata comenzó a maullar insistentemente pidiendo ayuda sin parar.

Así, consiguió llamar la atención de los sanitarios que, sin dudarlo, echaron un vistazo a los pequeños y vieron que sus ojos estaban infectados. Las crías recibieron el tratamiento que les correspondía y, después de echarles unas gotas, finalmente lograron abrir los ojos.

Uno de los empleados explicó que la gata no era desconocida en la clínica. El animal vivía en una calle cercana y el personal solía darle agua y comida. Sin embargo, no tenían constancia de que hacía poco que había tenido crías. Según los testimonios, esta era la primera vez que el animal se acercaba al establecimiento en busca de asistencia médica.

Tras haberles brindado la ayuda médica que precisaban, el personal veterinario avisó a los servicios locales, quienes se ocuparon de los cuidados de la familia felina y comenzaron el proceso de adopción.

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Biología, Empleo

Una Empresa Otorga Una Semana Libre A Sus Empleados Para Que Adopten Un Perro

noticias-insolitasEn las ofertas de trabajo suelen poner énfasis en el lugar y el entorno en donde se desarrollarán las tareas. Un «excelente ambiente laboral» casi siempre figura como objeto de seducción para los postulantes. Una vez ya establecido el vínculo laboral, las compañías apelan a diferentes medidas para mantener felices a los empleados y lograr su mejor rendimiento. Una de ellas, aceptar mascotas.

La empresa escocesa BrewDog se dedica a fabricar cervezas artesanales. Recientemente inauguró una sucursal en Ohio. Sin embargo, la noticia no fue la apertura del nuevo establecimiento, sino que replicó el mismo método que usa en la sede de origen. Demostrando su amor y preocupación por los animales, crea una atmósfera «dog-friendly» con reglas dignas de aplaudir.

Al igual que como sucede con el nacimiento de un hijo, los patrones ofrecen una semana de vacaciones pagas a quienes decidan adoptar un perro -recién nacido o rescatado de la calle- para la familia. Además, transcurrido el periodo de permiso, los empleados pueden llevar a sus nuevos amigos de cuatro patas a la oficina para que no tengan que preocuparse de que los canes se queden solos y tristes en casa.

Las resoluciones forman parte del programa «Puppy parental leave». Según los dueños de BrewDog, la iniciativa -digna de imitar- responde a que los cachorros, al igual que los bebés, necesitan adaptarse al nuevo hogar en el que se encuentran y conocer a cada miembro de la nueva familia.

En la sede en la ciudad escocesa Aberdeenshire, la empresa cuenta con 50 perritos que son considerados como miembros del personal. Los fundadores, James Watt y Martin Dickie, crearon la empresa con su perro Bracken en el 2007 y aseguran que están dispuestos a dar a sus trabajadores el tiempo suficiente para vincularse con sus mascotas y no preocuparse por su trabajo.

El beneficio será dado para los casi mil empleados alrededor del mundo. De acuerdo a Watt y Dickie es la primera en Estado Unidos en ofrecer una norma de esta magnitud. «No estamos al tanto de otras empresas estadounidenses que den una semana de permiso a su personal para ayudar a construir un vínculo con sus perros», afirmaron.

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Biología

Esther, El Mini Cerdo Adoptado Por Error Que Ahora Pesa 295 Kilos

noticias-insolitasCuando Steve Jenkins adoptó a la cerdita Esther -de apenas 1 kilogramo- y la llevó a su casa, tenía la impresión de que adquiría un cerdito miniatura que conviviría armónicamente con sus dos gatos y dos perros, y no que llegaría a pesar los 295 kilos que hoy posee.

Los «taza de té», como se le conoce a estos animales gracias a su diminuto tamaño, son una casta especial de cerdo domesticado que pesan generalmente entre 22 y 68 kilos. Algunos los adquieren como mascotas pues estos pequeños cerdos se asemejan a un perro de gran tamaño.

Jenkins, quien ya tenía algunos perros, aceptó la petición de un ex compañera de escuela que lo contactó a través de Facebook y decidió adoptar al pequeño animalito.

«Ella me escribió y me dijo que sabía que yo era amante de los animales, que si quería adoptar su mini cerdo», explica Jenkins, quien nunca supo que estaba siendo engañado. «Ella dijo que consiguió a Esther de un criador, y que tenía seis meses, que no crecería más de 70 libras. Le creí porque la conocía y no pensé que me mintiera».

Tras la primera visita al veterinario, Jenkins supo que el cochinillo tenía en realidad cuatro o cinco semanas de nacido y que la cola recortada confirmaba que era un cerdo comercial, no una mascota. Sin embargo, Jenkins y su esposo Derek decidieron criarla.

Muy pronto Esther se convirtió en «el Cerdo Maravilla», porque aunque al principio sus dueños no sabían como lidiar con su enorme tamaño, actualmente es muy conocida. Tan solo en Facebook posee más de un millón de seguidores.

«Esther se ha convertido en un verdadero punto brillante para muchas personas, un lugar para venir a reír y para olvidar las cosas locas que suceden a nuestro alrededor», explicó Jenkins. «Siempre recibimos mensajes de personas que nos dicen que Esther los ayudó a pasar tiempos duros. Es realmente increíble «.

Steve y Derek están muy orgullosos, sin embargo, de la forma en que la presencia online de Esther educa a la gente acerca de las cuestiones de bienestar animal en torno a los productos de origen animal.

«Las personas empiezan a ver cerdos como Esther como individuos. Tratamos de recordar de una manera muy suave que Esther fue criada para ser nuestra cena, y que este animal al que tantos de nosotros nos hemos enamorado locamente, no es diferente a los millones de cerdos como ella que nunca tendrán tanta suerte», explica Jenkins.

Esther le dio a sus dueños una nueva perspectiva de los productos de origen animal, y comenzar a aprender sobre las cuestiones de bienestar social, los impactos ambientales y las preocupaciones de salud que rodean a la industria de la agricultura animal. «Esther tiene una capacidad increíble de conectar con la gente de una manera muy profunda y significativa, ella tiene un impacto muy grande en muchos aspectos de sus vidas. Es muy difícil de explicar, pero lo llamamos: el efecto Esther».

Gracias a la fama de Esther, Steve y Derek recaudaron en una campaña en favor de los animales más de 440.000 dólares en 2014, lo que le permitió a la familia adquirir una granja de 50 acres en las afueras de Toronto, donde cuidan a más de 40 animales.

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Biología

Una Perrita Recorrió 161 Kilómetros Para Volver Con Su Familia

noticias insolitasARGENTINA.- La historia de esta perra llamada Negrita se hizo famosa en las últimas horas. Negrita llevaba mucho tiempo viviendo en las calles del barrio de Cabido, en la localidad argentina de Rivadavia. Pero su vida cambió cuando quedó preñada.

Aunque, a priori, parecía que las cosas se le iban a complicar, en su camino se cruzó una pareja de ancianos que no dudó en darle un techo y comida y le ayudaron incluso a dar a luz a sus cachorros.

Sin embargo, una vez que Negrita tuvo a los cachorros (a los que han dado en adopción), no podían hacerse cargo de ella por lo que decidieron dársela un conocido suyo que vive en Jáchal y que estaba dispuesto a acogerla.

Pero a pesar de que en su nuevo hogar Negrita fue muy bien recibida, a la perra no se le olvidó todas las cosas que los ancianos habían hecho por ayudarla, así que decidió emprender ella sola el camino de vuelta a la que de verdad consideraba su casa.

Días después, cuando tanto sus nuevos dueños como los viejos creyeron que no la verían más, la perra apareció en la primera casa en la que había sido rescatada… ¡luego de recorrer 160 kilómetros!

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