Hace ya dos años de la anécdota más contada por Ainhoa Villate y Miguel Cáceres y, dos jóvenes que este 2021 han sido recompensados con 700 euros por realizar una buena acción. Y es que el pasado 2018, un hombre misterioso les regaló a ambos un sobre repleto de dinero mientras paseaban por el centro de Bilbao. Obsequio que los amigos no dudaron entregar a la Policía de inmediato.
«Estábamos paseando por una plaza de Bilbao y de repente nos llamó un hombre», cuenta Miguel a 20minutos, «el señor nos dijo que se nos había caído un sobre del bolsillo y nos lo dio», prosigue. Y una vez entregado el mismo, el individuo «salió corriendo», dejando a los chicos en el mismo sitio y bastante abrumados por la situación.
Para sorpresa de los jóvenes, el envoltorio escondía un total de 700 euros en billetes de 50. Provocando su apertura una situación tan desconcertante que incluso les invitó a pensar, entre el nerviosismo del momento, que se trataba de «una cámara oculta».
La inmediata reacción de los amigos fue entregar el dinero en la comisaría más cercana, donde los agentes aplaudieron aquel gesto tan cívico. Pero entre las alabanzas y los «sois muy buenas personas» de los funcionarios, lo que los jóvenes no esperaban era la información que estaban a punto de recibir. «Si alguien viene a recoger el dinero, os corresponde un 10% del mismo por acto de buena fe, pero si en dos años no han venido a reclamarlo, es vuestro», les contaban los policías.
El pasado 15 de febrero de 2021, «una fecha que teníamos marcada en el calendario», subraya Miguel, «el karma» recompensaba a estos chicos que recibieron la feliz noticia de que los 700 euros eran de su propiedad. «Un dinero que nos viene genial para ayudar a pagar el alquiler ante la importante subida de precios» y que «recibimos con la conciencia tranquila» porque todo ha sido a consecuencia de un acto de bondad.
Ganar un premio millonario de lotería puede cambiarte la vida… para bien o para mal. Gestionar el dinero de manera adecuada invirtiendo y garantizando rentas a largo plazo es fundamental para no terminar en la ruina. Por raro que parezca, esto ha ocurrido en varias ocasiones con ganadores de todo tipo de loterías como el Euromillones u otros juegos de azar a los que se apuesta en Reino Unido.
Uno de los casos más mediáticos es el de Callie Rogers. Esta joven se convirtió en la británica más joven en ganar un premio de loterías. En 2003 fue premiada en la lotería nacional con 2,2 millones de euros. Tenía solo 16 años y el dinero dio un vuelco a su vida.
Sin embargo, 18 años después está arruinada y vive de subsidios y ayudas de caridad. Según informa el diario ‘The Sun’, Rogers dilapidó su fortuna en casas, donaciones a familiares y amigos, fiestas, viajes y ropa.
En concreto, el desglose de gastos fue el siguiente: 647.000 euros en casas para ella, sus padres y sus abuelos; 353.000 euros en ropa, belleza y tatuajes; 294.000 euros en vacaciones y viajes, entre ellos a México y EuroDisney; 223.000 euros en regalos y donaciones a familiares; 221.000 euros en regalos a parejas y exparejas; 100.000 euros en coches, incluidos un Range Rover y un BMW; 58.000 en gastos de abogados; 24.000 en tres operaciones de pecho.
Casi Dos Años Sin Poder Conducir
Los elevados gastos han llevado a Callie a la bancarrota. Sus fiestas continuas y sus problemas con el alcohol y las sustancias ilegales contribuyeron a la pérdida de dinero. «Todos cometemos errores en la vida y yo hice muchos cuando era joven e inocente. Ganar la lotería me hizo convertirme en la persona que soy y estoy orgullosa de quien soy», explicó.
Las malas decisiones le hacen vivir hoy en día de la caridad y sus problemas no cesan pese a haber perdido su fortuna. La semana pasada Callie fue condenada a una pena de dos años sin conducir tras estrellarse con su coche con el muro de un granja y negarse posteriormente a hacer un test de alcoholemia ante la policía.
El suceso tuvo lugar el 20 de diciembre de 2020 y los agentes sospechaban que Callie conducía bajo los efectos del alcohol. Durante los próximos dos años no podrá conducir su Hyundai Tucson.
Mallorca ha amanecido este miércoles consternada por la noticia que se conoció el martes en relación a un hombre con discapacidad. La Policía Nacional detuvo a seis personas, dos mujeres y cuatro hombres, en Manacor por secuestrar y torturar a un hombre de 30 años con discapacidad.
Según se ha podido conocer, los arrestados supuestamente retuvieron al hombre para realizar prácticas de sadomasoquismo, tatuándole dos penes en la cara, cosiéndole los dedos de los pies y poniéndole pegamento en la boca.
Las investigaciones policiales van avanzando y el entorno de la víctima asegura que era una práctica habitual. El hombre llevaba años grabando vídeos realizando este tipo de pruebas, donde se sometía a vejaciones cuando fallaba. Sin embargo, estas siempre eran poco agresivas y no atacaban a su integridad física, como por ejemplo que le pintaran dibujos obscenos en la cara con rotulador.
Los detenidos, que serán puestos este miércoles a disposición del juzgado de guardia de Manacor, alegan que solo cumplían con las ordenes que la víctima les daba. Han asegurado que el hombre les ofrecía dinero por ser sometido de esa forma y que lo hacía porque lo quería grabar para colgar las imágenes en su canal de YouTube.
A este respecto, el diario La Última Hora asegura que el joven discapacitado había organizado un concurso sexual de sadomasoquismo y travestismo con los agresores, para el cual pretendía ofrecerles una cantidad de dinero para que le cambiaran el look.
Para ello, la víctima publicó varios anuncios en redes sociales como Facebook y MilAnuncios, donde aseguraba que se iba a llevar a cabo un casting de un concurso que consistía en varios juegos de rol donde se aplicaban prácticas sadomasoquistas y de travestismo.
El hombre de 30 años llegó incluso a crear un grupo de WhatsApp haciéndose pasar por el director del casting. En él explicó que los participantes le tenían que someter a pruebas sexuales y sadomasoquistas a cambio de una cantidad que rondaba los 500 y 3.000 euros por cambiar el ‘look’ del organizador. Todos debían realizar una serie de pruebas y, si el organizador perdía, se tenía que someter a una serie de castigos.
«No Puede Andar, Está Llorando Y Temblando Todo El Tiempo»
Sin embargo, el entorno de la víctima ha hablado con diversos medios y ha dado más detalles de lo sucedido. «El concurso que había preparado para el pasado fin de semana pretendía ser sin lesiones lesivas. Con el cambio de look se refería a maquillaje o vestidos, no a tatuarse penes en la cara», apunta el diario Levante.
Además, sus allegados señalan que está en una situación muy mala: «Se encuentra muy mal, no puede andar, está llorando y temblando todo el tiempo, y con mucho dolor. Han sido muchas vejaciones y agresiones».
Respecto a las prácticas que le fueron realizadas, todas ellas contra su integridad física, destaca la de aplicarle pegamento en los labios o coserle los dedos de los pies. «Le pegaron los labios con loctite, y los tiene en carne viva, no puede hablar», asegura una persona de su entorno.
El dinero que cuesta mantener una iglesia «es un tema tabú» para los feligreses del Santo Cristo de Valdepeñas, en Ciudad Real. Así lo piensa su párroco, Emilio Montes, que el 4 de octubre sermoneó en un tono entre severo y sarcástico a los asistentes a la misa y les reprendió por no aportar dinero suficiente para las obras de mejora del templo.
«Nadie me ha preguntado cuánto falta por pagar», les reprendió Montes en un sermón retransmitido por el canal de YouTube de la parroquia, que el párroco pidió que no se cortase. «Se ve que eso [el dinero pendiente de pago] no os importa», les espeta con una media sonrisa. La diatriba, de 10 minutos, ha desbordado la limitada audiencia del canal parroquial para ser objeto de comentarios en las redes sociales.
Montes reprochó a sus feligreses que no contribuyan o que no lo hagan lo suficiente para sufragar una parte del 1.100.000 euros que han costado las obras de reforma de la iglesia, un templo que tiene su origen en el siglo XVII, una intervención que se ha alargado durante ocho años y que por fin se ha inaugurado este mes.
«¿Cuánto falta por pagar? Pues 80.000 euros, 60.000 de ellos es un préstamo con Globalcaja (…) hasta 2033». En el vídeo, se ve cómo les afea que algunos solo paguen seis euros al mes en las aportaciones que dan a través de cargos domiciliados en sus cuentas bancarias. «Hay mucha gente (…) que han sido incluso catequistas, que desde que llegué yo a la parroquia hace 11 años solo dan seis euros», se queja, y añade: «Yo les he hecho la trampa y les he dicho: ‘ah, ¿eres tú la que me dijiste que te subiera a 10?’, así, haciéndome el tonto». «No, yo estoy muy conforme con los seis», asegura que le respondió la feligresa.
En otro punto, se queja de que hay feligreses que han retirado los recibos de su contribución mensual a la parroquia porque él no les ha querido celebrar un bautizo. Eso ha supuesto a las arcas parroquiales perder 50 euros al mes. «Peor para ellos, también hemos salido», señala Montes.
No es el único caso particular en el que el sacerdote se detiene. «Recuerdo que alguien, que sé lo que cobra porque es un sueldo público publicado en las cuentas municipales [me dijo]: ‘Es que yo soy muy cercano a la cultura, te voy a dar un recibo para la parroquia…’. Todavía lo estoy esperando, y cobra del erario púbico más de 36.000 euros todos los años».
Otro de los parroquianos, siempre según el largo relato del cura, le ha dicho «más de 15 veces» que iba a darle su número de cuenta para que le pasase el cargo. «¡15 veces en ocho años y todavía no me lo ha traído! Y el otro día me llamó para que le buscara un puesto para la inauguración. Digo: ‘Estás el primero, tú», detalla el religioso, «el primerico», para risa de los asistentes a la misa. «Yo me fijo en todo. Que yo me calle, que me callo más de lo que parece, no significa que yo sea tonto», prosigue el religioso.
Los gastos corrientes del templo suponen, entre otros, 500 euros de electricidad al mes, que en los meses de invierno llegan a 1.500, y 800 euros al año en seguros, especifica Montes, que destaca que el parón en las celebraciones durante el confinamiento vació en parte las arcas de su parroquia. «Pensad que el domingo que no venís y no ponéis, los gastos siguen. Hemos estado tres meses sin venir. Tres meses sin poner, pero los gastos seguían». Sin embargo, tras la reapertura de las iglesias, la situación no ha mejorado y el cepillo sigue resintiéndose. «La semana pasada hubo días de recogida de las tres misas de domingo que no llegaron a 250 euros y la parroquia para medio mantenerse tiene que sacar en torno a 400», refiere el párroco.
En el sermón, Montes también conminó a los asistentes a que aumentasen sus aportaciones. «Si en mi casa entran dos nóminas, ¿por qué no puedo pagar dos recibos, de 10, de 15 euros? (…) Luego desgrava a Hacienda», les apunta. «A los que todavía os lo estáis pensando porque ‘está la cosa muy achuchá y a lo mejor dar 10 euros o 15 euros o 20 euros es la ruina de mi casa’, que lo penséis, que eso es lo que vale una ronda de cervezas», les dice antes de despedirlos: «Que tengáis un feliz domingo, que tengáis una feliz semana. Podéis ir en paz».
Las jornadas electorales en España siempre dejan un buen puñado de anécdotas. Pero nunca había pasado lo que ayer ocurrió en el colegio Alexandre Bóveda, de la localidad pontevedresa de Chapela. Allí, un vecino se confundió y metió en la urna un sobre con 200 euros.
Los hechos sucedieron en torno a las 19:00 horas. El hombre, que al parecer venía de un bautizo celebrado en Orense, se presentó en el colegio junto con una pareja de policías pidiendo revisar la urna en la que pocas horas antes había votado.
Según explicó, se dio cuenta del equívoco cuando fue a dar el dinero a los padres de la criatura, y lo único que les dio fue una papeleta electoral. Fue entonces cuando se percató de su error: esa misma mañana, en vez de votar, había introducido el sobre con el dinero en la urna.
En vez de parar las votaciones, la presidencia de la mesa electoral decidió esperar a que finalizasen las jornada electoral para comprobar si realmente los 200 euros estaban dentro del recipiente.
Tras cerrar los colegios, a las 20:00, se procedió a la apertura de las urnas y al recuento de los votos. Y efectivamente, los 200 euros estaban dentro de un sobre blanco, tal y como había predicho este vecino gallego.
Con el visto bueno de la presidencia de la mesa, de los interventores y de los agentes de Policía, se procedió a devolver el dinero a hombre, al que también se le permitió entregar su voto a cambio.
Un trío de compañeros de piso sin demasiados recursos económicos compró un sofá en una tienda de segunda mano y, al descubrir lo que había en el interior de sus cojines, ¡no salieron de su asombro! Ahora su historia se ha vuelto viral.
Los muebles son caros y los sofás, más. Muchos de nosotros, y sobre todo la gente joven que comparte piso, no quiere gastarse 700€ por un sofá de tres plazas y ese era el caso de Reese, Cally y Lara.
Los compis de piso fueron a una tienda de muebles de segunda mano y compraron un sofá visiblemente vintage (por no decir súper antiguo) por tan sólo 15 euros. Al sentarse no era cómodo en absoluto pero lo achacaron a su «avanzada edad».
Cuando ya empezaron a notar que había picos dentro de los cojines, los abrieron para ver qué le pasaba al relleno y, en lugar de espuma, ¡encontraron sobres llenos de dinero! Según su propia versión: «Abrimos las fundas y fue como, ¡dios mio! había billetes de 100 dólares por todas partes».
Y relatan que: «Dentro del sofá había 36.000€ y lo máximo que yo había encontrado en un sofá en toda mi vida eran 50 céntimos. Pero, ¿qué hicieron estos tres jóvenes con su nueva fortuna? ¡Esa es la mejor parte!
«Cuando ya hacíamos planes para comprarle un coche nuevo a nuestros padres, nos dimos cuenta de que en los sobres había nombres. Teníamos la obligación moral de devolvérselo a quien le pertenecía porque nosotros no nos habíamos ganado ese dinero.»
Tras mucho indagar descubrieron la historia de una anciana que había guardado ese dinero toda su vida por si su marido un día faltaba. Desde siempre había dormido en su sofá pero ahora, con fuertes dolores de espalda, sus familiares le habían comprado una cama mejor y habían dado el sofá en beneficencia. Al devolverle su dinero, la anciana les dio 800€ como recompensa. ¿Habrías hecho lo mismo que estos tres jóvenes?
Si tan sólo pagas 10 dólares, puedes ver tu nombre tatuado en el cuerpo de la artista Illma Gore, una joven estadounidense que lanza un proyecto de crowfunding en el que planea convertirse en una «obra de arte humana».
La joven estadounidense de 22 años se ha propuesto un reto muy ambicioso, convertirse en una obra de arte humana cubriendo de tatuajes todo su cuerpo sin gastar absolutamente nada.
Illma Gore espera recaudar la cantidad de 6 mil dólares. Además, la única condición que pone Illma es que no dibujará ni escribirá en su cuerpo nada ofensivo.
ESPECIAL.- Comprar un auto de segunda mano puede ser toda una apuesta si no se conoce bien al dueño original, o si el vehículo no está en el estado prometido por el vendedor.
Pero alguien se llevó la sorpresa de su vida esta semana, cuando encontró varios fajos de dinero en la puerta de su Jeep.
El afortunado nuevo propietario se quedó de una pieza cuando desmanteló la puerta de su Jeep de segunda mano a los pocos días de comprarlo y encontró una bolsa con siete fajos de dólares, informó el sitio Daily Mirror.
Todo comenzó cuando la ventana dejó de abrirse y el dueño tuvo que darse a la tarea de descubrir qué pasaba, porque llevar el vehículo al taller no era una opción. Con bastante buen criterio, el flamante comprador miró con recelo los fajos, que podrían ser de cualquiera, desde una persona recelosa hasta una organización mafiosa.
Por ahora no se sabe cómo llegaron los billetes a la puerta del Jeep, pero una cosa es segura: el antiguo dueño debe estar buscando al nuevo desesperadamente.
INDIA.- Yogita (5), Anisha (3) y Harsh (18 meses) son tres hermanos indios, cuya vida está en grave riesgo. Cada uno pesa 34, 48 y 15 kilogramos, respectivamente, por lo que su padre está desesperado por reunir fondos para poder llevarlos a un especialista que los ayude a bajar de peso.
«Si mis hijos continúan creciendo a este ritmo tan rápido, tendrán grandes problemas de salud. Estamos aterrorizados de que mueran», señaló Rameshbhai Nandwana al Daily Mail.
Y tal es su desesperación, que el hombre está dispuesto a vender un riñón para obtener el dinero que necesita.»Ellos no pueden caminar, no pueden hacer nada por su cuenta. Vender mi riñón es una medida desesperada. Pero ahora estoy desesperado por obtener la ayuda correcta para mis hijos», sostuvo.
Rameshbhai explicó que él y su esposa se convencieron de que sus hijos tenían un problema, luego de que Harsh subiera abruptamente de peso durante su primer año de vida. A Yogita y Anisha ya les había ocurrido antes, por lo que fue en ese momento en que pensaron en recurrir a un especialista.
«Empezamos a buscar ayuda médica y consultamos a muchos doctores, pero ellos sólo nos derivaban a grandes hospitales que yo no podía pagar», afirmó el hombre, quien gana unos $32 mil al mes, en tanto que su gasto en alimentación supera los $100 mil.
Rameshbhai señaló que no hay otros miembros de su familia con problemas de peso. De hecho, Yogita, Anisha y Harsh tienen una hermana mayor que es totalmente normal en ese sentido.
Según le señalaron los médicos que vieron a los niños, éstos sufrirían del síndrome Prader-Willi, una condición genética que incluye síntomas como hambre constante, débil tono muscular, restricción del crecimiento y dificultades de aprendizaje.
Lamentablemente, se trata de una enfermedad que no tiene cura y sólo tiene un tratamiento paliativo, como poner a disposición de quienes la sufren alimentos bajos en calorías y alentarlos a hacer mucho ejercicio, todo con el fin de evitar el excesivo aumento de peso.
CROACIA.- «Al principio pensé que se trataba de una broma», dijo al Diario 24 sata Ivica Jerkovic, originario de la localidad de Donja Moticina, en el este.
En el paquete, Jerkovic encontró su billetera, con todos los documentos y más 1.500 francos suizos (1.440 euros), es decir 440 euros más de los que había en ella cuando la extravió.
«No podría imaginar un mejor regalo de Pascuas» afirmó, destacando el hecho de que el anónimo remitente le hubiera pagado también los intereses correspondientes.
Jerkovic, de 50 años, piensa que quizás la persona que encontró su cartera tenía problemas financieros. «Creo que este dinero lo salvó, pero que tuvo que hacer cálculos durante años para devolverme el monto justo», agregó.