Una joven brasileña de 17 años anunció su propio asesinato a través de la red social Facebook: «Vengo a despedirme. Moriré en breve», escribió la chica en su perfil, tras haber contraído una deuda de 3.000 reales (unos 460 euros) con un grupo de narcotraficantes locales.
Cristiane Carvalho Guimaraes, natural de Itapiranga, en la Amazonía brasileña, explicó con sangre fría que los asesinos enviarían después la ubicación exacta de su cuerpo.
El asesinato tuvo lugar el 13 de febrero y al día siguiente, desde el perfil de la chica, se envió un mensaje, presumiblemente por parte de los asesinos, donde se informaba de la localización del cadáver.
La policía brasileña tenía conocimiento de la desaparición de la niña desde el 12 de febrero. Cuando los agentes la encontraron al día siguiente en el lugar revelado por los criminales, la joven ya había sido asesinada.
La causa de muerte no ha sido divulgada y no se sabe si recibió un disparo, como aparentemente dijo la joven en su publicación de Facebook, revela el diario británico The Sun.
Aunque la firma del mensaje donde se revelaba la ubicación del cuerpo era ‘CV’, por Comando Vermelho, una organización criminal de la zona, la policía cree que sus verdaderos asesinos atribuyeron erróneamente el crimen a ese grupo para engañar a los investigadores.
La inmediatez es uno de los puntos fuertes de las redes sociales. En décimas de segundo podemos saber, incluso ver y escuchar, qué está ocurriendo al otro lado del planeta. Sin embargo, esta velocidad de transmisión es un arma de doble filo: las verdades pueden difundirse tan deprisa como los bulos y las mentiras malintencionadas. Cuando se trata de una información capaz de generar cierta alarma social, los problemas ocasionados pueden ser más que notables. Así lo demuestra un caso acaecido en Malasia en los últimos días.
Alex Pititto, hijo de un capo de la mafia «Ndrangheta, mató a su mejor amigo Francesco Prestia Lamberti, por sospechar que estaba detrás de su novia. Algunos gestos, comentarios y miradas, pusieron en alerta al joven de 15 años. Sin embargo, un «like» en una foto de Facebook generó una tragedia. Francesco no tuvo idea de lo que le iba a pasar si ponía un «me gusta» a una foto de la novia de Pittito.
Cuando Steve Jenkins adoptó a la cerdita Esther -de apenas 1 kilogramo- y la llevó a su casa, tenía la impresión de que adquiría un cerdito miniatura que conviviría armónicamente con sus dos gatos y dos perros, y no que llegaría a pesar los 295 kilos que hoy posee.
INDIANA (Estados Unidos) – Los actos que salen del corazón son de los más puros y sinceros que puede haber. Como el de Jason Haney, un albañil de Indiana, Estados Unidos, que entretiene a niños internados en un hospital infantil de una creativa idea que hasta impulsó en Facebook.
No hay nada peor que una mujer despechada. Ella fue al velatorio de su ex novio, se apoyó sobre el féretro y comenzó a reírse. A los pocos segundo agrego «Ojala puedas descansar tranquilo»
La hembra de león marino fue grabada en Facebook mientras permanecía al lado del cuerpo de su cría en la ciudad norteamericana de San Diego. La usuaria que capturó la triste escena volvió al día siguiente al mismo sitio y vio que el animal permanecía al lado de su bebé junto al que había estado toda la noche.
masnoticiasinsolitas 