
Al menos catorce personas han muerto y un niño se encuentra en estado crítico al desplomarse la cabina de un teleférico en las inmediaciones de la localidad italiana de Stresa, en el norte del país y cerca de la frontera con Suiza, según han confirmado fuentes de los servicios de Emergencias.
El teleférico cubría el recorrido desde el lago Maggiore hasta la montaña de Mottarone. Los hechos han ocurrido sobre las 13:00 h de este domingo cuando, por causas que se investigan, el cable que lo sustentaba se partió a 300 metros de la estación de llegada, en la parte más alta del recorrido, donde llega a alcanzar los 1.400 metros de altura sobre el nivel del mar. Según los carabineros presentes en el lugar, la cabina cayó al vacío debido al desprendimiento de un cable de sujeción y a que no funcionaron los mecanismos de seguridad previstos.
Aunque en un principio se creía que había solo once personas a bordo del teleférico, las autoridades han elevado después la cifra de pasajeros a quince, la mitad aproximada del máximo de 35 ocupantes permitidos por la cabina.
Dos niños, de 9 y 5 años, sobrevivieron al impacto y fueron trasladados en helicóptero hasta el Hospital Reina Margarita de Turín, donde fueron intervenidos por numerosas fracturas y traumatismos. Uno de ellos ha fallecido horas después -elevando el balance de víctimas a 14- y se teme por la vida del otro, según los médicos.
«Los testigos escucharon un fuerte silbido y luego vieron que la cabina retrocedía rápidamente para luego precipitarse en el momento del impacto contra el pilar», ha explicado la alcaldesa de la localidad de Stresa, Marcella Severino, al canal Sky Tg24.
Entre las víctimas «hay algunos extranjeros, pero las operaciones de identificación aún están en curso», ha asegurado el teniente coronel Giorgio Santacroce, comandante de la unidad operativa de los Carabinieri de Verbania. Aunque no se han facilitado detalles sobre los fallecidos, algunos medios hablan de la presencia de turistas alemanes.
Las operaciones de rescate y recuperación han sido enormemente complicadas porque la cabina cayó en pleno bosque dentro de un área particularmente inaccesible, hasta el punto de que un vehículo de Bomberos que se dirigía a la zona acabó volcando por lo escarpado del terreno, sin víctimas que lamentar.
Horas después del accidente, las labores de rescate han continuado, también para ayudar a la investigación judicial abierta por la fiscalía de Verbania, que ha decidido requisar la instalación, cuyos responsables insisten en que se encontraba en excelente estado y que todos los controles efectuados eran correctos.
El presidente de la región, Alberto Cirio, se ha reunido con los responsables de los Bomberos y la Protección Civil para analizar lo ocurrido, sin que por el momento haya trascendido información oficial sobre la causa del terrible accidente.
El ministro de Infraestructura, Enrico Giovannini, ha anunciado el establecimiento de una comisión de investigación y viajará a Stresa este lunes por la mañana para decidir la línea de acción a seguir. Por su parte, el primer ministro del país, Mario Draghi, ya ha expresado «sus condolencias a las familias de las víctimas, con especial atención a los niños gravemente heridos y sus familias».
Fue el pasado 24 de abril cuando el teleférico, inaugurado en 1970, se volvió a poner en funcionamiento tras la relajación de las restricciones por la pandemia del coronavirus.
Según informa La Repubblica, entre 2014 y 2016 la instalación había sido objeto de una renovación financiada por la región del Piamonte y el Ayuntamiento de Stresa, cuyo coste ascendió a 4 millones y durante la cual los cables fueron sometidos a un análisis magnetoscópico para confirmar su fiabilidad.