Luego de sufrir unas convulsiones, el paciente fue sometido a algunos exámenes donde se le encontró un tejido inflamado en la parte de su cerebro.
Tras la exitosa cirugía, se dio cuenta de que ya no tenía fobia a las arañas, además también desarrolló una repulsión a la música. Pero mientras esta desapareció, su aracnofobia nunca regresó.
El Dr. Nick Medford, de la Escuela de Medicina de Brighton y Sussex, cree que la operación en la parte izquierda de la amígdala podría haber eliminado algunas de las vías neuronales vinculados al miedo.