Tiene apenas 10 meses de vida, pero podría pasar por una niña de cinco años si no fuera porque todavía no camina y usa pañales.
El caso de la pequeña colombiana Juanita Valentina Hernández tiene desconcertada a su madre, Sandra Franco, quien recuerda que nació pesando 2,7 kilos pero poco después su veloz aumento de peso ya era preocupante. Ahora Juanita pesa 20 kilos, lo mismo que la media de una niña de cinco años.
«Al cumplir 15 días de edad ya estaba gordita, porque nació muy delgada», explicó Franco a Daily Mail. «Desde entonces ha ido ganando peso. Ahora tiene 10 meses y me he dado cuenta de que es obesa mórbida. No había podido tratarla porque estoy desempleada y no tenía el dinero».
Afortunadamente la organización caritativa colombiana Gorditos de Corazón pudo llevar a Juanita desde su pueblo, Líbano, a la capital, Bogotá, donde un equipo de especialistas comenzó el tratamiento.
Para el fundador de la organización, Salvador Palacio González, el caso de Juanita no es totalmente inusual: es la tercera bebé con más de 20 kilos de peso que ha visto en el último año. En el 2014 la caridad ayudó a las familias de los bebés obesos Santiago Mendoza y Mayra Caicedo, quienes en conjunto pesaban más de 40 kilos.
Gorditos de Corazón ha formado una alianza internacional con otras organizaciones para enfrentarse a la obesidad infantil, un problema creciente en el país.
Tam Fry, patrocinador de la Fundación Child Growth en el Reino Unido, consideró que el peligro más inminente que enfrenta Juanita es desarrollar diabetes tipo 2 en dos o tres años. A la vez, los niños con este mal pueden sufrir problemas cardíacos en la adolescencia.
Fry explicó que hay varias condiciones médicas que pueden causar aumento de peso rápido en los niños, como el síndrome de Prader-Willi, que provoca una sensación permanente de hambre; el síndrome de Cushing, donde los altos niveles de la hormona del estrés cortisol pueden causar aumento de peso, y el síndrome de Beckwith-Wiedemann, que puede causar que los pequeños crezcan demasiado rápidamente.
«Los niños y adolescentes con sobrepeso son más propensos a convertirse en adultos con sobrepeso u obesos. Es un ciclo muy difícil de romper», señaló.
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